Tal vez te pasó que venís de hacer dieta tras dieta y te encontrás incómod@ con volver a comer con libertad de elección, con escuchar los pedidos de tu cuerpo por el temor a volver al punto de partida, te entiendo.

Desde pequeñ@ estamos expuest@s a estereotipos que condicionan la forma de percibir nuestros cuerpos cuerpos. Incorporamos una cultura de dieta que nos enseñó a ver alimentos cómo buenos y malos, las formas corporales correctas e incorrectas.

¿Sabés qué? así, la industria se beneficia de las inseguridades que promueve y esto decanta en un miedo real a ganar peso. Terminamos creyendo que la corporalidad depende de la fuerza de voluntad, que sin sacrificio no hay ganancia, que querer es poder… y entonces, que es nuestra culpa no llegar a ese ideal y que tenemoss que volver a empezar hasta “lograrlo”, una y otra vez.

El cambio de apariencia no te trae calma con el cuerpo. Trabajar en la relación que tenés con él, sí.

Entiendo que creas que esa pérdida de peso te va a proporcionar la chance de hacer aquello que pensás que de otro modo no podrías. Que te va a traer aceptación, valor, confianza, éxito y también “salud”... pero la verdad es que no pasa, lo que sí sucede es que reforzás la creencia de que no vas a sentirte bien hasta estar en cierta corporalidad.

Entiendo que sientas que si dejás de dietar “vas a perder el control”, pero te afirmo que si te animás y lo haces va a ocurrir todo lo contrario.

Entiendo que tengas miedo a ganar peso, la sociedad te recuerda todo el tiempo el estigma de una corporalidad más grande que la que indica. Te lleva a buscar la plenitud en la apariencia, pero eso no ocurre porque esta no es la vía para estar en calma con vos. Para eso hay que hacer un trabajo interno.

El peso es lo menos interesante que tenés, y nada dice de tus acciones, valores, habilidades, proyecto y calidad de vida, de tu encanto como me gusta llamarle… eso constituye quien sos, no un número.

Te entiendo, es difícil abandonar el deseo de querer “encajar”, se necesita autocompasión, aceptación y ayuda para poner en cuestión lo que te dijiste durante tanto tiempo. Te pregunto: ¿Hay algo que te impida hacer tu cuerpo con determinado peso? ¿A qué le temés realmente cuando pensás en la ganancia de peso?

¿Cómo trabajar ese miedo ?

El miedo es un motivador de la conducta humana. Esta emoción primaria puede frenarte o alertarte para actuar. La única forma de superarla es enfrentándola. Muchas veces para conseguirlo es necesario acompañamiento profesional.

1. Validá tu emoción, es entendible que te sientas así dada la circunstancia y contexto.

2. Trabajá en la autocompasión y en la aceptación de tu cuerpo tal cual es, sin juzgarlo (no te tiene que gustar para cuidarlo y respetarlo).

3. Exponete hasta que dejes de temer, por ejemplo a ciertos alimentos.

4. Enfoca en tratar de regular las emociones que aparecen.

5. Si surge esa voz crítica, practicá la acción opuesta a lo que te dice.

6. Desafía las creencias asociadas a los alimentos y al aumento de peso.

7. Priorizá la funcionalidad de tu cuerpo y no la apariencia.

8. Toma distancia momentánea de personas que estén dietando y limpia tus redes sociales.

9. Dale nueva información a tu cerebro, mostrale diversidad de corporalidades.

10. Pedí ayuda.

¿Hacer dieta te funcionó antes? De ser así sólo hubieras necesitado una dieta en tu vida y no hubiera afectado tu salud mental... Y si probás una estrategia distinta y más amable? Entendé qué significa ese miedo para vos, enfrentalo y liberate.

Nosotros podemos ayudarte

Somos un grupo de profesionales, tres disciplinas unidas (nutricionistas, entrenadores y psicólogos), para cambiar los hábitos de las personas con el fin de ayudarles a conseguir un estilo de vida saludable. 

Mediante nuestros programas online de cambio de hábitos buscamos de manera integral e interdisciplinaria cambiar / construir hábitos nutricionales y/o de entrenamiento desde una mirada completa, entendiendo al humano como un ser social y emocional con tiempos y necesidades únicas. 

Si querés aprender a lograr tus objetivos, te esperamos, podemos acompañarte.