¿Dividís tu tiempo entre la casa, el trabajo, la familia y/o tus amistades y sentís que no te queda tiempo para nada más?.
Tratamos de ocuparnos lo mejor posible de todo lo relacionado a ellos, pero no hacemos magia y no siempre logramos cumplir con todo aquello que queremos... Mientras que, cuando se trata de hacernos un tiempo para cuidarnos de nosotros mismos, nos cuesta encontrarle la vuelta y no sabemos por donde empezar.
Hoy en día desarrollamos una gran facilidad para el multitasking y seguro lo estás dando todo. Pero si sos de los que se caracterizan por una autoexigencia infinita, seguramente sientas que no das a basto.
Uno de los objetivos centrales del equipo de SomosFit es que puedas eliminar esa sensación abrumadora de no llegar nunca a cuidar de tu salud. Queremos que te empoderes en la cocina y que ser saludable no sea un esfuerzo. A veces no es cuestión de esforzarse más, sino de esforzarse mejor. Hay atajos o ideas para sacarle provecho a cada minuto de tu tiempo.
Nadie puede negar que la organización es la mejor amiga del ahorro de tiempo. Pero cuando vamos al súper, hasta el más prolijo puede desordenarse. Parece una pavada, pero hay un montón de cosas que podés hacer para hacer más efectivas tus compras de víveres.
Ir al supermercado nunca es tan simple como comprar una caja de leche. Hay estudios que dicen que, de lo que compramos en un súpermercado, hay más de un 50% que no teníamos intención de comprar cuando entramos por la puerta.
Esto hace que cada vez que vayamos a pagar pensemos: "¿Cómo terminé gastando tanto si todo lo que necesitaba era leche, pan y manteca?"
Casi todos los aspectos de un súpermercado tienen un único objetivo: convencerte de que pases más tiempo en el interior, para que compres más productos. Es por eso que, igual que en un casino, es probable que no veas muchos indicadores de la hora, como relojes, o incluso ventanas.
Dicen que el mayor enemigo de la eficiencia es la parálisis que experimentamos por la abrumadora cantidad de opciones. Por eso, si te ocupás de tomar la mayor cantidad de decisiones antes de llegar, es menos probable que entres para comprar dos artículos y salgas con 20.
Es muy fácil entrar en piloto automático cuando entramos al súper. Así, terminamos buscando aportar variedad a nuestra dieta y terminamos con casi con las mismas cosas que la última vez.
Hacé una lista detallada de la compra. Escribí los elementos que necesitás, comenzando con lo esencial. No esperes hasta antes de salir para armar tu lista de la compra. En su lugar, armá una lista durante toda la semana y anotá los elementos cuando te des cuenta que se están agotando.
Andá a TU súper. Ese con el que estés familiarizado. Visitar el mismo lugar puede ahorrarte una cantidad de tiempo considerable porque sabrás exactamente dónde está todo.
Dejá a los chicos en casa. Parece que pueden ayudar pero podrás moverte más rápido por tu cuenta. Cuando no tengas más remedio que traer a los pequeños con vos, asignale a cada uno un trabajo. Por ejemplo, uno puede leer lo siguiente en la lista, mientras que otro recupera elementos de un estante cercano.
Elegí un buen momento para comprar. Escapale a las horas pico.
Armá un recorrido entre los pasillos. Dar mil vueltas no es efectivo. Siempre buscá primero los alimentos empacados y terminá tu recorrido en el área de los alimentos refrigerados, como la carne o los lácteos, para que se mantengan frescos.
No vayas con hambre. Si te tocaba desayunar, almorzar o merendar antes de salir, no lo saltees. Ir al súper con hambre puede ser un grave error.
Podés poner una lista en la heladera o en un pizarrón para que toda la familia pueda agregar ítems.
Pero, ¿cómo entra lo saludable en todo esto? En la planificación
Si balanceás la lista de compras, vas a tener un menú variado durante todo el mes. Asegurate de incluir carnes magras, vegetales y legumbres. En la medida en la que tengas opciones nutritivas para comer en tu casa, va a ser más fácil cumplir tu plan de alimentación. Esto no significa que tengas que eliminar las cosas dulces o calóricas de tu casa pero si podrás elegir qué porcentaje de tu carrito ocuparán.
Todos tenemos un compañero o compañera de trabajo que se destaca como el rey o reina del tupper. Son la envidia de todos, esos que siempre comen sano, barato, rico y encima se ahorran la espera en las cantinas repletas de gente que suele haber cerca de las oficinas.
Este debería ser tu objetivo. No hay nada más saludable que comer en casa. Podés confiar en la calidad de los alimentos, su frescura y conocer con exactitud cómo se prepararon.
Para lograr esto no hace falta dormir menos horas o contratar un chef para que te ayude. Si te reservás un par de horas del domingo, podés tener todo tu menú semanal listo mientras mirás el capítulo de una serie.
El Meal Prep y Batch Cooking son conceptos distintos que tienen algo en común: la idea es preparar comidas completas antes de lo programado. Es muy útil para las personas ocupadas porque no sólo ahorran mucho tiempo, sino que eliminan un problema de la semana.
¿Ya te estás entusiasmando?
La primera opción propone que te reserves un día para preparar todas las porciones de la semana y dejarlas listas en la heladera. La segunda opción plantea que adelantes la cocción de todos los elementos por separado, así cada mañana podés ensamblar tu tupper y llevarte la opción que más te tiente en el momento.
Tener a mano comidas preparadas también puede reducir el tamaño de las porciones y ayudarte a alcanzar tus objetivos de nutrición. De esta manera, evitas caer en comida chatarra hiper calórica (pero barata) de todos los mediodías.
Si te interesa conocer todo sobre esta técnica, no dudes en inscribirte en el Workshop de MealPrep de SomosFit. Hay mil opciones para todos los gustos, así que seguro vas a encontrar una que te resulte bien tentadora.
Gran parte del éxito de un plan de alimentación radica en las herramientas que te dé para adaptarte a los imprevistos. Por supuesto que uno espera poder adherirse a lo pautado de la mejor manera posible, pero es fundamental que tengas la flexibilidad para improvisar cuando sea necesario.
Con esto en mente deberías dar un par de vueltas en la zona de tu oficina para buscar opciones que se ajusten a tus objetivos y tu presupuesto.
Del mismo modo, deberías llenar tu freezer y tu alacena con alternativas saludables. Nunca falta un integrante de la familia que se come el menú que te habías preparado y te deja arrinconada entre el hambre y la posibilidad de romper tu plan.
Lo importante es tratar de prever estas situaciones y reducirlas. Pero es fundamental que cualquier desvío de tu plan no te frustre al punto que abandones tus objetivos.
Recordá que tener una alimentación saludable no exige que vivas toda tu vida haciendo sacrificios. Lo ideal es que modifiques tus hábitos y adoptes una conducta saludable de una manera orgánica y natural.
Si te interesa conocer más sobre la incorporación de hábitos saludables no te pierdas nuestra guía gratuita: "Planificación: Semana Saludable". Una guía detallada para organizar y cocinar las comidas de toda tu semana de forma saludable y divertida.
Nosotros podemos ayudarte. En nuestros programas de cambios de hábitos, contamos con recetarios creativos, con ideas como estas, que acompañan tu plan nutricional para que puedas lograr tus objetivos, no sólo aprendiendo a medir las porciones que tu cuerpo necesita, sino también incluyendo todos los alimentos esenciales. ¡Te esperamos!.