Seguro alguna vez escuchaste que si buscas perder grasa necesitas un déficit calórico (comer menos de lo que gastas) y si buscas aumentar la masa muscular necesitas un superávit calórico (comer más de lo que necesitas/gastas). Pero … ¿Qué es el gasto energético?
Primero, lo primero, ¿qué es el gasto energético?
Se refiere a la cantidad total de energía que una persona utiliza en un determinado período de tiempo, en general cuando hablamos de objetivos, lo relacionamos con lo que precisa en un día. Es el resultado de la suma total de todas las “energías” consumidas por el cuerpo para llevar a cabo diversas funciones, como mantener el metabolismo basal, realizar actividades físicas, digerir los alimentos y procesarlos, y mantener el funcionamiento de los órganos internos.
¿Cuáles son los componentes del gasto energético?
1. Metabolismo basal: energía requerida para mantener las funciones mínimas del cuerpo en reposo, como la respiración, la regulación de la temperatura corporal y el funcionamiento de los órganos internos. Representa aproximadamente el 60-75% del gasto energético total. En este punto hay muchos factores involucrados, como sexo, edad, estado de salud, composición corporal, entre otros, que un individuo no puede controlar.
2. Termogénesis inducida por la alimentación: energía necesaria para digerir, absorber y procesar los alimentos que consumimos. Representa aproximadamente el 10% del gasto energético total.
3. Actividad física: Es la energía utilizada durante la realización de actividades físicas y ejercicio. Puede variar ampliamente dependiendo del nivel de actividad física de cada persona, desde actividades sedentarias hasta ejercicio intenso. Puede representar entre el 15 al 30% del gasto energético total.
¿Cómo se puede medir y para qué sirve?
El gasto energético se puede medir utilizando varios métodos, que varían en su precisión y complejidad.
- Calorimetría indirecta: es uno de los métodos más precisos y se basa en la medición del consumo de oxígeno (VO2) y la producción de dióxido de carbono (VCO2) durante la respiración (algo que no se puede hacer en un consultorio o en un espacio “normal” sino que requiere cierta tecnología para ello).
- Metabolismo basal: se mide en condiciones de reposo absoluto, generalmente en un entorno controlado, como una cámara metabólica. La persona se acuesta en reposo y se miden los gases inspirados y espirados para determinar el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono. Al igual que el primero, no es accesible para todo el mundo.
- Monitorización de la actividad física: a través de dispositivos como podómetros, acelerómetros o monitores de frecuencia cardíaca y estimar el gasto energético relacionado con ella. Estos dispositivos registran los movimientos corporales y/o la frecuencia cardíaca, y mediante algoritmos específicos, calculan el gasto energético asociado a la actividad física. Algunos relojes pueden medirlo muy bien.
- El ultimo y mas usado por su facilidad y accesibilidad es a través de cálculos y fórmulas que estiman el gasto energético en función de variables como el peso corporal, la altura, el sexo y la edad. Algunas de las fórmulas más utilizadas son la fórmula de Harris-Benedict y la ecuación de Mifflin-St Jeor.
La elección del método dependerá del contexto específico, los recursos disponibles y el nivel de precisión necesario en cada situación. En algunos casos, se pueden combinar varios métodos para obtener una estimación más precisa del gasto energético.
Calcular el gasto energético es fundamental para el armado del plan nutricional de un paciente, dado que el cálculo de las cantidades de cada grupo de alimentos deberá ir de la mano de esa estimación para que se pueda asegurar a través de un plan nutricional específico y detallado con porciones de alimentos, la efectividad y eficacia del cumplimiento de sus objetivos.
¿Cómo lo hacemos en SomosFit?
En SomosFit utilizamos la combinación de los cálculos y estimaciones con la información recolectada de los relojes inteligentes de los pacientes para hacer una estimación mucho más precisa del gasto energético de cada paciente, actualizando la información en tiempo real, permitiéndonos acompañar a las personas en sus momentos específicos y brindando las herramientas necesarias, específicas y personalizadas para que puedan mantener un estilo de vida saludable.
Por eso, al ser un mundo tan complejo y que requiere de tanta especificidad, te recomiendo que si tenés un objetivo, pidas ayuda profesional siempre. Porque además no solo se trata de “llegar a un lugar” sino de mantenerlo en el tiempo, y para ello necesitamos un cambio de hábitos.
Nosotros podemos ayudarte
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