Probióticos: ¿qué son y por qué deberían ser tus aliados saludables?

Los probióticos están de moda, y bien merecido que lo tienen.  Cada vez más vas a leer y escuchar hablar de estos microorganismos que aportan un montón de beneficios para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Pero ¿sabés exactamente qué función cumplen? ¿O en qué alimentos podés encontrarlos para incorporarlos a tu dieta diaria? ¿Por qué se dice que los alimentos probióticos "no pueden faltar" en una alimentación saludable? Hoy te contamos en profundidad qué son, para qué sirven y cómo consumirlos para que los adoptes como aliados para tu alimentación balanceada.

Si querés saber más sobre cómo incorporar alimentos saludables a tu plan de alimentación, te recomendamos ingresar acá.

Somos lo que comemos, aunque muchas veces no estemos tan informados sobre qué es lo ingerimos. Y, como resalto siempre, una de las claves para un estilo de vida saludable es llevar una alimentación balanceada. Para lo cual, tenemos que incorporar a nuestra alimentación incluso aquellos a los que culturalmente les ponemos más resistencia, como es el caso de las grasas.

Recordá que son tres los pilares hacia una vida saludable: la alimentación, el movimiento y el autoconocimiento.

Los alimentos que consumimos cumplen distintas funciones dentro de nuestro organismo, más allá de nutrirnos y aportarnos calorías. La fibra, por ejemplo, ayuda a estimular el tránsito intestinal. En el caso de los ácidos grasos omega-3, su efecto beneficioso en el organismo radica en su poder antiinflamatorio y protector a nivel cardiovascular. ¿Y los probióticos? ¿Sabés cómo aportan y cuál es su acción en el organismo?

¿Qué son los probióticos?

Primero lo primero: ¿qué son los probióticos? Son ingredientes "vivos y viables" (microorganismos, normalmente bacterias), que al tomarlos ejercen un efecto beneficioso en el organismo al instaurarse en la flora intestinal. Las especies de microorganismos más utilizadas son: lactobacillus, bifidobacterias, y levadura. Sin embargo, dado la creciente cotización del mundo probiótico, se ha estado investigando en otras cepas, incluso de origen frutihortícola.

Estas bacterias llegan al intestino y se quedan allí para desplazar las bacterias malas y combatir enfermedades, virus u otras bacterias que lo “quieran atacar”. Su efecto positivo está relacionado con su capacidad de ser probiótico y contribuir a la protección de nuestro sistema digestivo (actividades antimicrobianas, antiinflacionarias, anticancerigenas, estimulante del sistema inmmune, hipocolesterolemico).

Cuando la flora intestinal no está en equilibrio, lo que suele ocurrir después del uso de antibióticos o cuando no se lleva una alimentación saludable y balanceada, el intestino acaba siendo poblado por bacterias malas, que no ayudan al sistema inmune y dejan al organismo susceptible a enfermedades.

¿Por qué es importante consumir probióticos?

El revestimiento del intestino, como todas las superficies del cuerpo, está cubierto de criaturas microscópicas, en su mayoría bacterias. Estos organismos crean un microecosistema llamado microbioma. Y aunque no nos damos cuenta de que está ahí, es tan importante que no sólo tiene impacto en nuestra salud, sino que incluso puede afectar nuestro estado de ánimo y comportamiento.

Aquello con lo que alimentás a tu microbioma repercutirá en tu salud y la clave para que tu microbioma esté sano es lograr un equilibrio entre las casi 1000 especies diferentes de bacterias del intestino.

Y hay dos maneras de mantener este equilibrio: ayudar a que crezcan los microbios que ya están allí dándoles los alimentos que les gustan (prebióticos) y añadir microbios vivos directamente a tu sistema (probióticos).

Los principales beneficios de los probióticos son:

• Combatir y prevenir enfermedades intestinales como la colitis, el síndrome del intestino irritable, la enfermedad de Crohn y la inflamación intestinal

• Combatir enfermedades como cáncer, candidiasis, hemorroides e infección urinaria

• Mejorar la digestión y combatir la acidez

• Combatir el estreñimiento y la diarrea, regulando el tránsito intestinal

• Aumentar la absorción de nutrientes, como vitamina B, calcio y hierro

• Fortalecer el sistema inmunológico, por aumentar la producción de células de defensa llamadas macrófagos

• Impedir la proliferación de bacterias malas en el intestino

• Ayudar a digerir la lactosa, especialmente en personas con intolerancia a la lactosa

• Prevenir problemas como obesidad, colesterol alto e hipertensión

• Prevenir alergias e intolerancias alimenticias

¿Probióticos o prebióticos?

Aunque tienen nombres muy parecidos y ambos desempeñan una función importante en la salud digestiva, no son lo mismo. La principal diferencia entre ambos proviene de que unos contienen microorganismos vivos y los otros son un tipo especial de fibra alimentaria.

Los prebióticos son fibras vegetales especializadas que actúan como fertilizantes que estimulan el crecimiento de bacterias sanas en el intestino.

Se encuentran en muchas frutas y verduras, especialmente en aquellas que contienen carbohidratos complejos, como la fibra y el almidón resistente. Estos carbohidratos no son digeribles por el cuerpo, por lo que pasan a través del sistema digestivo para convertirse en alimento para las bacterias y otros microbios. Aunque también existen suplementos que permiten su incorporación.

Mientras que los probióticos, como te explicaba más arriba, contienen organismos vivos, generalmente cepas específicas de bacterias que se añaden directo a la población de microbios sanos en el intestino. Y, al igual que los prebióticos, puedes tomar probióticos tanto a través de los alimentos como de suplementos. 

¿Cómo incorporar los probióticos?

Hay dos formas principales de ingerir probióticos: la primera se hace a través del aumento del consumo de alimentos con probióticos naturales, como el yogur o el kéfir, por ejemplo, y la otra es a través del uso de suplementos con probióticos.

Para mantener la flora intestinal saludable, se aconseja el consumo de por lo menos un alimento fuente de probióticos por día, especialmente después del uso de antibióticos que acaban destruyendo la flora intestinal saludable. 

Aquí enumeramos una lista de alimentos que son fuente de probióticos:

• Yogur natural: son la principal y más fácil fuente de probióticos en el mercado, pero también existen versiones de yogures con sabor que mantienen las bacterias beneficiosas vivas; 
• Kéfir: es un producto fermentado con levadura y bacterias, semejante al yogur, pero posee una cantidad más elevada de probióticos
• Leche fermentada: son productos especiales que generalmente contienen Lactobacillus agregados por la industria, siendo el Yakult el más famoso
• Kombucha: es una bebida fermentada hecha principalmente a partir del té negro
• Productos orientales a base de soya, legumbres y hortalizas como Miso, Natto, Kimchi, que pueden ser comprados en tiendas especializadas
• Chucrut: es una preparación culinaria que se elabora a través de la fermentación de las hojas frescas del repollo o de la col

A pesar de que te hablé de los probióticos como la octava maravilla del mundo, tengo que remarcar que su consumo no te garantizará estar sana y fuerte, existe un abanico inmenso de alimentos que debés incorporar a tu alimentación. Una vez más, te recuerdo la importancia de una alimentación balanceada.

Y, como en todo, nuestra salud es cuestión de equilibrio y nuestra flora intestinal puede desequilibrarse fácilmente. Situaciones estresantes, cambios hormonales o el consumo de antibióticos son solo algunas de las cosas que pueden desequilibrar nuestra microbiota.

Si querés saber cómo podés incorporar alimentos saludables a tu plan de comidas, te recomiendo ingresar acá.

¿Querés más ideas? 

Nosotros podemos ayudarte. En nuestros programas de cambios de hábitos contamos con recetarios creativos, con ideas como estas, que acompañan tu plan nutricional para que puedas lograr tus objetivos, no sólo aprendiendo a medir las porciones que tu cuerpo necesita, sino también incluyendo todos los alimentos esenciales. ¡Te esperamos!.