Cuántas veces dijiste o escuchaste decir: "Estoy entrenando al 100%, pero no veo resultados, voy todos los días al gimnasio o entreno todos los días, pero no puedo ver cambios".
Te cuento las razones para que veas cómo revertir esta situación y logres tus objetivos. La mayoría cree que alcanza con aplicar la nutrición conceptual, es decir, leyó en internet cómo hacer un desayuno saludable para post entrenamiento, lo hizo y listo.
Sin embargo, cuando de objetivos se trata no sólo debemos tener en cuenta los alimentos, sino también las cantidades. Podemos saber perfectamente qué grupos de alimentos puede tener un desayuno, almuerzo, merienda o cena, pero sino sabemos las cantidades de cada uno de ellos, es muy probable que tus objetivos no se cumplan.
¿Cuándo sirve la nutrición conceptual?
Cuando querés empezar a cambiar tus hábitos alimenticios y tenés ganas de empezar a comer más sano, podés seguir los consejos generales cómo armar un plato. Por ejemplo, buscando que tus desayunos y meriendas sean completas y tengan:
- Fruta
- Hidratos de carbono complejos
- Proteínas
- Grasa saludable
Por ejemplo tostadas con palta, huevo y una manzana. Y esto obvio que es un gran paso, si estamos reemplazando la mayor parte del tiempo las medialunas que comíamos todos los días por esta opción.
Lo mismo pasa con cómo confeccionar un plato de almuerzo o cena. Por ejemplo, buscando que siempre haya vegetales, alguna forma de proteína e hidratos de carbono con una parte pequeña de grasas saludables. O cambiando las versiones fritas por al horno con poquito aceite, por ejemplo milanesas fritas por milanesas al horno.
Esto es nutrición conceptual, es tratar de hacer cambios a la hora de elegir los alimentos de todos los días, cambiando las elecciones de todos los días por opciones más saludables o inteligentes, pero no hablamos de cantidades. Te invito a leer este artículo: Consejos para comer de forma inteligente.
Y como te conté, si tenemos un objetivo, necesitamos tener en cuenta, cuánto debemos comer de cada alimento para lograrlo. Es ese plato conceptualmente saludable que ya aprendiste, pero con las cantidades definidas. Por eso, comer saludable no significa lograr objetivos.
Si tenés un objetivo, necesitás un plan nutricional estructurado con porciones definidas en base a tus requerimientos y objetivos.
Alimentación planificada
El plan debe ser planificado por un nutricionista y debe acompañarte en tus objetivos, es decir, si tu objetivo es perder grasa, entonces tu plan nutricional deberá tener ese enfoque con un correcto déficit calórico. Si tu objetivo es aumentar masa muscular, entonces el plan deberá tener ese enfoque.
No hagas la dieta de tu amigo, de tu entrenador o peor, ¡buscando en internet! ¡Todo esto va a hacer que te confundas y te frustres más!
No es que existe un único plan para bajar o un único plan para aumentar masa muscular, cada plan nutricional será para aumentar músculo o perder grasa si está armado en función de tus requerimientos y no los de que amigo o entrenador.
Esto es lo que estipula y confecciona un profesional de la salud, mejor dicho un nutricionista, analizando no sólo tus medidas, sino también frecuencia/ intensidad del ejercicio y obvio, tus objetivos. La nutrición no es un oficio, es una ciencia y es importante que no desprestigies la parte más importante del cumplimiento de tus objetivos.
Lejos está de que te enfermes contando calorías o gramos de alimentos, sino que si vos sólo no estás pudiendo lograrlo. Evidentemente ya no te alcanza con la nutrición “conceptual”, sino que además de hacer un plato saludable, necesitás tener claras las cantidades.
Si querés contar con un plan nutricional estructurado y armado según tu objetivo, acá podés ver que incluyen nuestros programas de cambio de hábitos.
¿Tenés un objetivo? Si no lo tenés te podemos ayudar con esta guía.